Antes de leer alguna entrada de "Cierto personaje acusado de alta traición":

30 de septiembre de 2012

Sobreviví al disturbio [Parte XIII]


Esperé unos minutos en la estación, luego decidí regresar. Creo que me demoré demasiado en volver, fumé mucho, pensé mucho, creo que había sobrepasado por mucho mi límite del día. Al llegar tenía hambre, la señorita preparaba desayuno, volví a comer. El último acompañante comía junto a mí, me preguntaba sobre mi estado de ánimo, le sonreí. Esperamos pacientemente el almuerzo, comimos, apenas compartimos unas palabras. Luego, en el patio, crucé algunas palabras con el anfitrión, estuvimos en desacuerdo en algunos puntos, no importó demasiado. Llegaba la hora de irme, ambos serenenses dejamos la casa, tomamos un colectivo hasta la estación del metro y bajamos a buscar el bus indicado. Me compré una última cajetilla de cigarros, me fumé algunos. Subí al bus y estaba muy triste, lloré hasta que salió el bus de Santiago. El último acompañante se quedó solo, no se quejó ni un segundo. Llegué a La Serena por la noche, dormí todo el camino. Me acosté y dormí muchas más horas de las normales, desperté triste. Seguí triste el resto de la semana, el resto del mes, recuerdo los hechos y no me siento satisfecha, siento dolor, no puedo escribir las misivas correspondientes, estoy triste.
[Y final].

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