Antes de leer alguna entrada de "Cierto personaje acusado de alta traición":

24 de abril de 2010

Escúpelo maldito

Muerde con todas tus fuerzas a la vida y hazle saber que sigues vivo a pesar de todo, con borracheras, resacas, sangre y malosentendidos. Escápate de la habitación, rompe el letrero de neón que obstruye la ventana y salta al vacío, para los locos no hay remedio ¿para qué buscarlo?. A pesar de lo asqueroso que resulta pensar en la realidad, no queda otra que enfrentarla y sacar partido de ella, con alcohol o sin él, escribiendo o viviendo, el curso de todo no se detiene.

[Noviembre/2009]

17 de abril de 2010

A veces déjate caer que yo te voy a sostener.

A horas de la comodidad de mi casa y lejos de la seguridad que me brinda la ciudad, el universo parecía tener vida propia con cada estrella queriendo escapar del firmamento. En la parcela vecina un león vagaba libre, el insistente rugido delataba su presencia. No me había sentido atraída hacia el fuego, sólo esa noche se despertó en mí ese instinto primitivo. La fogata mantenía mi rostro caliente mientras mis pensamientos se iban quemando con la leña. En el aire había música, humo, palabras, alcohol. Compartí el silencio con un muchacho que me agrada bastante y eso fue suficiente para compensar las horas de la noche que pasé congelándome, odiando a un par de imbéciles y queriendo lanzar al fuego a un sujeto que atizaba la fogata.
Horas después, en el asiento trasero de un automóvil viejo, quería entrelazar mis manos con las suyas porque sentía que debía hacerlo, quería sentirme unida a algo real. Llegué a mi casa y mi mente seguía perdida, aquella madrugada no me atreví a tomar sus manos y no pude centrar mi mente en toda la jodida semana. Y tú ¿te atreves?.

11 de abril de 2010

¿Es bueno sentirse culpable por un sueño?

Me desperté con la sensación de haber hecho algo muy malo, no sé, como cuando golpeas a algún ser vivo que no tiene nada que ver con tus problemas. Me levanté y enseguida mi rostro se contrajo por el vago recuerdo de mi sueño. No recuerdo nada de nada, quizás… naaaa (no lo escribiré aquí, “por lo censurable” más que “por lo olvidado”). Sentía mucha culpa de evocar en mis sueños deseos que en la realidad no puedo llevar a cabo, como si quisiera vivir en el cuerpo de alguien más decidido, más valiente, más normal. *Suspiro*. Nunca dejaré de soñar cosillas que me hagan mal, aunque agradezco la facilidad que tengo para acostumbrarme rápido a las cosas malas. ¿Eso quiere decir que soy de naturaleza perversa?.

3 de abril de 2010

El dilema del erizo

[Por el 2005]

Cuando aquel sujeto apareció sentí que mis piernas temblaban. Sentarme tres años seguidos a su lado dejó una profunda marca en mí. Pretendí acercarme, pero ya otra chiquilla tenía su atención, ella hablaba y sonreía, además guardaba celosamente el cuerpo de mi amigo entre sus brazos. En aquel momento pensé que los tres años que me senté a su lado se esfumaban en mi memoria, mi cuerpo se tensó ante esa revelación. Esas millones de horas de mutua compañía eran nada frente al abrazo de una chiquilla delgada y de insinuantes curvas, de sonrisa cálida y cautivadora, de cabellos largos y actitud cándida. Me acerqué temerosa, con el corazón latiendo fuerte ¿se acordaba de mí? ¿podriamos conversar como amigos?, las dudas se disiparon cuando escuché su voz, ¿y tú no saludas? -me dijo-, yo apun temblaba y solo atiné a levantar la mano a modo de saludo. Cuando todo aquello pasó me quedó un sabor amargo en la boca, mis ojos eran espejos turbios. Y hasta hoy me siento así, como aquella vez que no pude abrazar a un amigo que compartió conmigo tres de los cuatro años de enseñanza media.