Antes de leer alguna entrada de "Cierto personaje acusado de alta traición":

10 de septiembre de 2012

Sobreviví al disturbio [Parte VIII]

Al salir, antes de subir al metro, quedamos en asistir a un evento; se suponía que yo los esperaría, ellos irían a por mí. Llamé tres veces preguntando, nadie se animó a salir de la casa. Decidí "aprovechar" que estaba sola y escogí una plaza (como cuatro veces la plaza de armas de La Serena). Había un lugar plano, con muchas piedras redondas de un tamaño considerable, muchas personas se acercaban a mirar, comenzaba a acercarme y vi que muchos chorros de agua salieron del suelo, era entretenido, algunas jóvenes sacando fotografías, niños y niñas esquivando el agua, todavía me dolía la cabeza; recorrí un poco el parque, me devolví al metro, supongo que las personas se extrañaron de ver a una mujer de aspecto enfermo rondando su amado metro... dormí apoyada en las limpias paredes de la boletería, me desperté con el cuello chueco, regresé al parque, me quedé dormida de cara al sol, dos horas estuve roncando y pasando la cogorza, decidí volver para recuperar mis cosas. Subí al metro, me quedé dormida -otra vez. Caminé y me parecieron eternas las calles, los demás veían televisión ¡qué fastidio!. Habían comido, me alegró; por lo menos estaban todos bien recuperados. Me preparé un té, ni lo comencé a beber cuando tuve que pararme porque vi a alguien a punto de largarse a la "chucha" (no estoy siendo grosera, en serio se iría a perder quien sabe donde), incluso anunció que llamaría de vuelta a la mujer de negro del día anterior -oh.

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