Antes de leer alguna entrada de "Cierto personaje acusado de alta traición":

26 de abril de 2012

Resolviendo entuertos II

Sé que viste mis mensajes, sé que ya están rotos. Las letras son elementos que la gente no quiere ver en sus calles, no entiendo por qué. Las esquinas presencian mi tristeza, el invierno es viento y lluvia, locura. Pienso que es una buena época para hacer cosas, escribir, aprender, mirar al cielo y maldecir. Debí decirte la frase que tanto me repetiste, debí saber que era el momento adecuado para gritarte y golpear tu rostro con la palma de mi mano extendida, esa mano grande de dedos desviados. Leía "Pigmeo", cuando acabé quería golpear al malnacido de Palahniuk [sonrisa], quizá algún día pueda resolver mis asuntos, robándole uno de sus famosos patitos de goma. ¿Murciélagos? en Chuquicamata también había y jamás los vi.

19 de abril de 2012

Sorteo catarina


¿Sabes? estuve a punto de ser aplastada por un automóvil que retrocedía, me aplastó contra el portón de madera que intentaba abrir infructuosamente. A pesar de lo cerca que estuvo de dañarme –sentí el apretón en los brazos y costillas-, no sucedió nada grave. Aunque me asusté y permanecí asustada hasta horas después del incidente, no es algo de qué preocuparse. No se me pasó por la mente una recopilación mal hecha de los eventos que marcaron mi vida desde mi nacimiento, siempre pensé que esa estupidez provenía de gente que alcanzaba a anhelar algo de su vida antes de su muerte, gente con demasiado tiempo para morir. Un suspiro de alivio vino acompañado por un golpeteo en la ventana trasera polarizada, unos golpecitos con los nudillos de la mano derecha. Mi madre se bajó del automóvil y me preguntó si estaba bien, mi padre se preguntaba qué sucedía (como si él no hubiese estado manejando el dichoso vehículo). Mi corazón latió rápido, más a prisa que cuando tengo un orgasmo, más deprisa que cuando dejo que mi bicicleta se deslice sin frenos en una bajada.  Y como dicen por ahí “en conclusión, esta había sido una lotería rara, rara”.