Antes de leer alguna entrada de "Cierto personaje acusado de alta traición":

4 de septiembre de 2012

Sobreviví al disturbio [Parte II]

Casi perdí mi saco de dormir en los casilleros de la biblioteca, lo recuperé. Comí una sopaipilla de un carrito, con mostaza plástica y pebre pasado de ají. Esperé un momento a dos viajeros, llegados en horas distintas, les indiqué el camino al local, supuse que no necesitaban más indicaciones. En medio del Chancho Seis no habían muchas personas, solo nuestro anfitrión, sentado fumando, creo que estaba preocupados por nuestra llegada, no conoce lo que podemos llegar a hacer. Pregunté a alguien si era necesario llamar a la Maga -una "maga" mayor, una de tantas- invitándola, para agradecerle la estadía inmediatamente anterior en Santiago, me dijeron que no era necesario; más tarde llegó, alguien le avisó, ella venía a ver lo que Escarnio podía hacer, curiosear, conversar, ¿con las esperanzas de follar? no era la ocasión, no habían ganas. La irrupción de aquella mujer tan extraña me perturbó, especialmente cuando observaba la mesa desde la barra, intentando inmiscuirse en nuestros pensamientos para luego escribir algún texto jactándose de alguna aventura medio inventada. Conversé luego con un muchacho, le dije que el hombre siente pertenencia hacia las personas, mientras las mujeres sienten pertenencia por un territorio; mi territorio, en ese momento, era la mesa, mi vaso de cerveza, mi mochila, mis revistas, las personas que me acompañaban.   

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