Antes de leer alguna entrada de "Cierto personaje acusado de alta traición":

9 de septiembre de 2012

Sobreviví al disturbio [Parte VI]

Me avisaron que uno de mis acompañantes serenenses se encontraba en estado comatoso (pensé que había muerto o algo así)... no era para tanto muchacho -siempre me río cuando recuerdo eso de "tu amigo está en estado comatoso". Al rato llegó el padre del dueño de casa, eran dobles con unos cuantos años de diferencia, no creí que podían existir tantas coincidencias entre un padre y su hijo, en fin. Seguí fumando, sentí la cabeza cargada, como si alguien me hubiese pateado con una bota. ¡¿Escuché que alguien se iba a dormir?! me fui detrás del primero que se largó a la habitación, me moría de cansancio, en serio. Dormí sobre una cama pequeña, con la nariz pegada a la pared, el cuerpo sobre el brazo izquierdo... ay, el dolor era horrible, sin embargo, no podía quejarme de nada, había bebido, fumado, hablado, escuchado, puteado (risas). A mi lado durmió la señorita de los fideos, a su lado (el borde de la cama) su novio, en un colchón, al lado de la cama, durmieron tres personas más; la habitación estaba "a tope" de gente, no podías entrar -o salir- sin tropezarte con algún pie ebrio y palpitante. Dormí poco, mi cabeza no colaboró en el descanso de mi cuerpo -fuck. Siempre he tenido el sueño liviano, con cada sonido más fuerte de lo común para gente durmiendo, me despertaba e intentaba moverme un poco, no sé, para volver a sentir mis piernas.

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