Antes de leer alguna entrada de "Cierto personaje acusado de alta traición":

14 de agosto de 2009

La familia que se elige.

No me quejo de mi familia, de hecho me fascina cada uno de sus integrantes y no tengo conflictos insalvables con alguno de ellos. Lo que me lleva a escribir esta entrada son recuerdos que se me vinieron a la mente mientras conversaba con un amigo. Tengo bastantes recuerdos de mis comienzos en la vida universitaria, la mayoría de ellos asociados a nuevas amistades, algunas "voladas", alucinaciones varias y "esas" cosas, o jojo.

[Nota: dejé esta entrada a medias y cuando la completaba, se me olvidó. Por eso cambio el tema].
Cuek. Estoy en Calama luego de algunos días de celebración -muy de bajo perfil- de mi cumpleaños, disfrutando del libro que me regaló mi hermano, con el sabor de bocaditos de cebolla, miel y mostaza en la boca, extrañando a Birdo y a Yoshi, quiero decir que a pesar de no recibir saludos "externos", me siento feliz por alguna razón ajena a mi comprensión, me molesta de cierto modo, pero lo estoy disfrutando mucho.

Mañana será otro día y los gatos maullarán a la luna, cada estrella seguirá allá arriba y terminaré de adorar a Zaphod por ser un aliénigena de pensamientos curiosos y discontinuos.

10 de agosto de 2009

El amor o lo que sea.

Hace mucho (requetemucho) tiempo que no sentía un estremecimiento de esta magnitud en mi corazón.

¡¡¡Casi se me olvida!!!: bienvenidos otra vez luego del periodo sin entradas, espero que mis fieles lectores comprendan que esta "desaparición" fue un periodo de reflexión post-trauma y pre-nueva experiencia, quizás algún día les cuente qué me sucedió en estas semanas.

Volviendo a "El amor o lo que sea", o jojo, hoy me llamó mucho la atencíon un muchachito con cara de aburrimiento mezclado con sueño atrasado, además de un gorro color rojo fuego (era la única cabeza que sobresalía del resto) y una actitud bastante pesimista, o eso me dio a entender la postura que tomó una vez que se sentó. El asunto es que lo miré un buen rato, luego otro rato y así durante todo el tiempo que lo tuve al alcance de mi vista. Iba bajando al centro y otra vez mis ojos pudieron divisar el gorro rojo, fue gracioso porque hacía mucho tiempo que algo no me "flipaba" de ese modo, o jojo, ahora soy fan del muchacho de gorro rojo.

Ay, hasta otra entrada más aterrizada.