Antes de leer alguna entrada de "Cierto personaje acusado de alta traición":

30 de marzo de 2021

Sueños inquietos. El legado

El año pasado, mientras estuvimos encerrados -de igual modo, quizás, antes y después del encierro-, he estado levantándome con una sensación desagradable en la cabeza, como cuando sabes que viste o viviste algo feo o malo, pero no recuerdas bien qué; como que se bloquea el detalle, pero te queda la sensación. Vale, tengo imágenes y no las entiendo porque no recuerdo el sueño completo, son inquietantes por lo demás. Me cuesta dormirme también, no tanto rato, pero más de lo común -aunque esté muy cansada-.

El año pasado tuve que recurrir a la sobreestimulación a través del consumo casi obsesivo de mangas, manwas y manhuas; cosa de tener tramas animadas en la cabeza y poco más (como "mañana tengo que terminar x cosa" o "mañana tengo que regar"), ahí pensaba en monitos animados todo el tiempo y poco me detenía en los pensamientos que generaba mi cabeza; funcionó en gran medida, pero igual algunas veces pensaba en asuntos muy desagradables y ahí me costaba mantenerme en la cama, tuve que obligarme a quedarme en la cama, tuve que obligarme a pensar en otras cosas porque levantarme significaba que estaría haciendo caso a un impulso y ese impulso podría haber significado hacerme daño. 

Cuando comenzó a pasarme eso, ya había tomado resguardos. Dejé a personas a cargo del destino de mis objetos más preciados (mi historia literaria y vital); no había hecho esto de modo tan serio y cuidadoso desde el 2009, aunque todos los años, en verano, ordeno todo para lo que sea que pase.

Ahora mismo, creo que sólo son sueños inquietos, pero la sensación es más y más desagradable a medida que pasan los días.   

No hay comentarios: