Antes de leer alguna entrada de "Cierto personaje acusado de alta traición":

24 de octubre de 2010

Los ojos tristes de mis compañeras de cama III

Todas mis heridas habían sanado y otro verano se acercaba, las muchachas comenzaban a sacar sus bikinis, mostraban sus piernas con bronceados recientes, sus brazos descubiertos enrojecidos por el abrasante sol del desierto y yo seguía con mi ropa dos tallas más grandes. Me preguntaba cúal era el motivo de mi desdicha ¿cómo haría para encontrar a una muchacha que me amara en realidad?, nadie quiere a una nena de aspecto descuidado, quizás la persona que estaba destinada a quererme ya había muerto ¿cómo saberlo?.
Verano, jodido verano. Mientras el calor se encargaba de hacerme sudar como un puerco al horno en año nuevo, las muchachas se veían cada vez más jugosas. En el desierto es fácil perder la cordura, punto.
Caí sobre el pavimento como un saco de harina, el calor había cobrado una nueva víctima. Las muchachas de la ciudad se acercaron al cuerpo y dejaron de pensar en ocultar su piel, yo podía ver todas esas entrepiernas recién depiladas enrojecidas por el calor y el roce de los calzones veraniegos; apenas pude levantarme todas las ganas de enamorarme habían desaparecido, me encerré en mi habitación hasta abril. Punto.

3 comentarios:

F... dijo...

No se sabe más que el interior, nada más que los dientes cierran la boca. Comparación, excelente: un puerco al horno... hasta Abril, ¡Soy un fanático de tu blog! Además me encantan los bikinis, adelante...!

Virgilio dijo...

En casi todo el contenido se puede creer que está hablando sobre la playa, pero en verdad confunde al lector y es en verdad el desierto la escena del texto. Es como el cuento El Detective de las ratas de Roberto Bolaño, en donde se juega con el lector, porque le da características humanas a las ratas y características de rata a los humanos. Un estilo bastante interesante que demuestra que el autor es superior al lector, o que debería ser así. Pero dos palabras me molestan bastante, las encuentro inapropiadas o demasiado sucias, se podría usar otras expresiones. La frase es “calzones veraniegos”, espero que el autor tome en cuenta esta acotación.

Pía Ahumada dijo...

Estimado Virgilio: me siento halagada por recibir comentarios "fuertes" -de una vez, sin ser rebuscados-, espero poder seguir leyendo sus comentarios y debatir nuestras diferencias.

Los famosos "calzones veraniegos" es una expresión que lo acerca un poco al lugar en donde se ambienta el relato -Calama-, aunque debo reconocer que si no lo mencioné, no es justo que ahora lo aclare (de todos modos me arriesgo); en los pocos años que viví en Calama solamente se me quedó la palabra "vulgaridad" (no va en menosprecio de nadie, pero es la impresión que me dejó la ciudad), estoy de acuerdo en que la expresión pudo haber sido otra, incluso hay varias alternativas, pero la única que representa totalmente lo que vi aquella vez es "calzones veraniegos". Sé que no debería convertir el blog en una especie de diario virtual, pero no tengo la experiencia suficiente como para separar por completo mis vivencias de los relatos que publico. Mis disculpas de todos modos, espero leelo.