Antes de leer alguna entrada de "Cierto personaje acusado de alta traición":

9 de octubre de 2010

De conversaciones inconclusas [VII]

¿Qué sucede conmigo caballero vagabundo? te pierdes a veces y no tengo muchas fuerzas para permanecer a tu lado, solo puedo esperar a que te encuentres conmigo frente a la catedral y acaricies mi cabeza porque es lo único que me quita un poco la culpa de dejarte solo. ¿Qué será de mí? mi cuerpo no está respondiendo bien a todo esto, mis noches están llenas de sueños atemorizantes, caballero vagabundo no me abandones en las noches de luna llena.

1 comentario:

Virgilio dijo...

Uno de los motivos de la creación de un Dios es miedo, culpa, sentirse atormentado con la vida. Pero a veces la fe se pierde y no se tiene bastante fuerza para mantenerla. Pero la guarida de Dios (la catedral) siempre reconforta, porque es lo único que quita la culpa.
Aunque esta reflexión de este texto se trata de un sentimiento cristiano, se puede decir que puede ser también un Auto escarnio como le decía Nietzsche. Aunque lo más interesante se lo doy al final, pues remata muy bien a lo que trate de explicar al principio.

No me abandones en la noches de luna llena cuando “a través de la máscara de plata se asoma el genio del mal” (Georg Trakl)