Antes de leer alguna entrada de "Cierto personaje acusado de alta traición":

28 de julio de 2010

Los zapatos de tacón de mi madre [I]

Los recuerdos más antiguos que tengo de mi madre es de su cabello, siempre fue fascinante porque cambiaba constantemente, el color, el peinado, el corte. Recuerdo mil combinaciones ¡siempre a la moda!, el cabello negro brillaba con la luz del sol desértico, el cabello rojo destellaba coquetamente con la luz de las lámparas de las habitaciones, el cabello rubio reflejaba los parpadeos de las luces navideñas y el cabello castaño es ya un clásico, el que más ha usado los últimos años, el que cautiva en todas las fiestas de fin de año. ¿Qué tiene que ver el cabello?.
Cuando me di cuenta de lo que era mi madre, decidí no ser como ella; en esos remotos años de infancia vi en mi madre a una mujer, una mujer bella demasiado preocupada de su apariencia, demasiado preocupada de lo que veía el resto en ella. Me sentí alejada de ese mundillo de maquillajes y vestimenta femenina, de la joyería fina y del refinamiento en el caminar de una modelo de antaño ¡yo no quería sufrir maquillándome a diario! y ni pensar en depilar mis piernas, escoger un sostén de encajes o torturarme con unos zapatos de tacón. ¿Qué tiene que ver la vestimenta?.

[¡Continuará!]

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