Antes de leer alguna entrada de "Cierto personaje acusado de alta traición":

25 de julio de 2010

Sintiendo el peso de un error, tres años después.

Decidí relatar un episodio de mi vida a un muchacho en quien confío, no sé por qué sentí de repente la necesidad de contárselo, ni siquiera sé si esto tendrá alguna consecuencia.
Luego de algunos minutos de silencio, ya terminada la confesión, cerré los ojos y busqué a tientas algo para sostenerme, mis manos se cerraron firmemente sobre el borde del escritorio. Sentí que el piso giraba, el abrir los ojos solo amplificaba la desagradable sensación de mareo, decidí apoyar mi frente sobre el escritorio y, afortunadamente, ese mareo dejó mi cuerpo tal como había aparecido. Nunca había sentido algo así estando “buena y sana” ¿tanto me marcó aquello? ¿tan grave es contarlo tres años después? ¿es malo que sienta el peso de un error cuando ha pasado tanto tiempo desde entoces?. No me gusta hablar de aquello, de hecho nadie sabe sobre aquello, ni la persona que vivía conmigo, ni mi madre, ni mis amigos, ni mis enemigos, ni la viejita que me arrendaba la pieza… ¿eso quiere decir que estaba completamente sola en ese entonces?, ¿qué hay de las heridas que quisiste sanar y terminaste ignorando? ¿acaban infectándose? piensa en esto y pregúntate si has provocado una herida de alguien a quien apenas conoces.

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