Antes de leer alguna entrada de "Cierto personaje acusado de alta traición":

7 de octubre de 2020

Miedo para ir a dormir

Me he estado dando vueltas durante hartas semanas en varias preguntas, sé que la situación me ha empujado a ciertas conductas extrañas y a otras conductas que ya conocía -aunque la última vez que aparecieron fue hace muchos años-. Supongo que algún día terminaré escribiendo de ese algo que conozco poco de mí, algo que es preocupante y que redescubrí en los últimos meses, pues he tenido también harto tiempo para reflexionar al respecto, la misma situación de encierro me ha dado tiempo y paciencia para pensarlo; eso algún día saldrá y con es costumbre en este blog "si está escrito, está resuelto". Otra cosa es la inquietud al momento de dormir, de eso sí puedo escribir ahora. ¿Por qué me ha estado costando tomar la decisión de ir a dormir? ¿por qué alargo mucho mis horas despierta para no tener que acostarme y dormir? 
No soy alguien que somatice los problemas o estados de ánimo terribles, en general hay pocas ocasiones en la vida en que he sentido dolor físico o me he enfermado porque estoy preocupada, estresada o siento miedo de algo; creo que recuerdo todos esos episodios en que no pude explicar un padecimiento físico con una enfermedad, sino con un padecimiento mental (angustia). Recuerda también que soy ultra sana: nunca me he quebrado un hueso, tampoco he estado hospitalizada, me enfermo re poco y no padezco de ninguna enfermedad crónica. 
Una vez en mi vida tuve serios problemas con dormir, los dos primeros años en que viví sola, esos dos primeros años de u. Padecí de insomnio esos años, no podía dormir o dormía muy poco (un par de horas y de modo intermitente). Recuerdo que, cuando comenzó a pasarme, era alucinante vivir en horarios extraños; acostumbraba aprender cosas en las horas en que no podía dormir y no fue una mala experiencia. Todo se volvió "serio" (o comencé a percibirlo así) cuando comencé a olvidar cosas aleatorias y la vida diurna se vio trastocada hasta que la realidad se distorsionó; durante harto tiempo la pasé mal porque estaba consciente de que ese insomnio era serio, pero era una parte de lo que me pasaba (tampoco quiero escribir de lo otro). Aún ahora, no puedo decir con certeza qué fue antes, si el insomnio era una causa o una consecuencia. 
En el año tres y medio de u, cambié el rumbo que llevaba y mi vida mejoró bastante, ya había superado harto y el insomnio se me había pasado. Comencé a quedarme más horas despierta para conseguir objetivos importantes para mí; hasta ahí es necesario contar para esta entrada. 
Dormir es algo que acostumbro evitar cuando requiero de más tiempo para llevar a cabo mis proyectos, más por negligencia que por gusto; no me duermo hasta que lo termino. Hace algunos años podía pasarme varios días durmiendo poquísimo, más porque me caía de sueño que por considerar que necesitaba dormir para descansar, pasaba días y días arriba de la pelota funcionando bien, con mis facultades disminuidas (menos concentración, atención al medio y empatía), pero bien. Me gustaba la sensación de control que tenía sobre los periodos de sueño y hacer lo que se me ocurría con ese tiempo; recuperarme también era más fácil y rápido, dormía normal y listo, al otro día andaba high otra vez y otra vez. 
Cuando cumplí treinta me fui a la chucha y mal, me cuesta trasnochar y mucho más quedarme despierta terminando algo. Por un lado sé bien que no tengo el mismo cuerpo que antes, por otro lado he perdido el impulso que me permitía obsesionarme con alguna labor. Ahora mismo no padezco de insomnio, pero mi horario de sueño se ha distorsionado harto. He estado evitando la hora de sueño y, hasta hace poco, no sabía la razón. No tengo problemas con dormir, me gusta dormir y me gusta lo que pasa cuando duermo, no soy ordenada ni constante con los horarios, pero no había tenido problemas con eso. Ahora sé que he estado evitando dormir porque tengo sueños inquietos, de esos malos sueños que no alcanzan a despertarte -como sí lo hace una pesadilla-. Tengo vagas ideas de lo que sueño y despierto con la sensación de que son cosas feas e historias súper darks, recuerdo algunos elementos y no se  corresponden a los sueños que tengo la mayoría de las veces. 
Hace algún tiempo se metió un weón, al patio por la noche, y se robó algunas cosas, yo estuve teniendo pesadillas jodidas durante más de una semana; el miedo que sentía me empujó a perder mis preciados sueños extravagantes. Estuve una semana apaleando a este weón imaginario mientras dormía, despertaba con rabia y pena, apenas descansaba por las noches. Estuve meses saliendo al patio, a cualquier hora, con un fierro en la mano y con ganas de encontrarme a alguien; en ese rato ya había perdido el miedo y también había dejado de soñar con apalear a ese weón. Recuperé el tipo de sueño que me gustaba, espero que ahora también pueda volver a tener el tipo de sueño que me gusta tener.       

No hay comentarios: