Antes de leer alguna entrada de "Cierto personaje acusado de alta traición":

11 de octubre de 2020

La ausencia de crítica.

Hablemos de editoriales.
Hay pocas editoriales en la región, son alrededor de doce; la mayoría de los editores son de La Serena. Es difícil saber con certeza cuántas son a nivel regional: no hay catastros actualizados, sabemos que "nacen" y "mueren" rápido, es difícil mantener un proyecto así, tampoco están las redes necesarias para apoyarlas o ayudar a sostenerlas en el tiempo, sabemos también que los proyectos editoriales no son prioritarios porque no son labores que recompensen monetariamente a los editores y autores. Participar en un proyecto editorial significa que te gusta la literatura, que tienes tiempo libre para hacerlo y dinero para invertir en eso; en consecuencia, el compromiso de los editores con un proyecto a largo plazo desaparece (pocas sobrepasan los cinco años de existencia). No conozco cada proyecto en la región (de algunos sólo he oído un nombre o una ciudad), sin embargo, podría apostar a que ninguna de las personas que integran estos proyectos viven y persisten sólo de los ingresos de la editorial. A grandes rasgos, las editoriales regionales no cabrían en la denominación de "microempresas", "negocios" o, incluso, "industria creativa"; apelando a que ninguna produce el dinero necesario como para sostener la editorial misma, pagar un sueldo a los miembros o recompensar justamente a los autores; en algunos casos, sólo las buenas intenciones sostienen estos proyectos. Sé de éstas doce porque es imposible no conocerlas si eres escritor o si participas de eventos relacionados a la literatura (ferias del libro, mesa del libro, lanzamientos, cafés, etc.); en algún momento te topas con alguien, adquieres un libro o vas a algún lugar y comienzas a relacionarte frecuentemente con otras personas que también escriben. Ahora, tampoco es necesario escribir o comprar libros de autores locales, las mismas editoriales y los mismos escritores son los que frecuentan todos los eventos; son pocos lugares, editoriales y personas, así es como todos se encuentran con todos

Cadenas largas y cortas.
A los largo de los años me he topado con hartos casos en que escritores/creadores desconocen que son parte de "cadenas" más largas; ignoran que son un eslabón que debe, necesariamente, relacionarse con otros. Cuando menciono "saber" o "relacionarse", me refiero a los eslabones más cercanos a tu rubro u ocupación -ojalá fuera más, pero reconozco que demanda mucho tiempo-; si eres escritor, debieras relacionarte con otros escritores, luego con grupos o agrupaciones, participar de ferias (desde asistir hasta presentar y vender o comprar libros), leer a otros autores, conocer las editoriales (como mínimo) y relacionarte con editores, traductores, encuadernadores, agentes, lectores, etc. (espero haber mencionado a todos los que están más cerca).
Acá aparece un concepto que tampoco se oye mucho entre escritores: el ecosistema del libro. No digo que si escribes es necesario que sepas de esto, simplemente te cuento que es poco frecuente y quizás sería bueno que quienes escriben, se involucren más con lo que está a su alrededor: ferias, editoriales, planes de lectura, presentaciones, lanzamientos, bibliotecas, clubes de lectura, presentaciones, promoción y difusión. 
Me topé con esto Política Nacional de la Lectura y el Libro 2015 - 2020 (en la pág. 24 está el gráfico que muestra el ecosistema del libro) cuando comencé a relacionarme con la cultura a través de propuestas gubernamentales; de repente pienso que si no hubiera participado, quizás no hubiera tenido acceso a esta información (aunque el PDF está disponible para descargar libremente y puedes leer cuanto quieras sobre estos temas). 
El famoso ecosistema del libro: por temas de espacio (el "monito" es gigante) y porque no siempre todos los elementos considerados existen en un lugar particular, la imagen se recorta o resume, digamos para simplificar o enfocarse en algún punto en particular; razón por la cual quizás no conozcas cómo se ve el ecosistema del libro y todo lo que considera. ¿Sirve de algo saber esto? cuando no sólo te dedicas a escribir, sino a producir publicaciones y cuando tienes algo que quieres publicar o deseas involucrarte con algún proyecto editorial: sí, creo que llegado cierto punto es necesario conocerlo, considerarlo y situarse. ¿Es vital para los escritores? Realmente no, podrías morir ignorando esto y nada pasa, no te preocupes. ¿Es vital para las editoriales? En este caso, sí.  

Panorama.
Durante la feria del libro me he topado con mucha gente que busca la "movida literaria" y me cuentan que les ha costado encontrarla, les respondo e intento darles muchos datos y siempre terminan sorprendidos. A mí me sorprende saber que ellos quisieran participar (o derechamente saber) de algún evento, lanzamiento o taller, saber de editoriales o de posibilidades de hacer literatura "fuera de la casa"; en muchos casos dicen que no encuentran a otros escritores, que les ha costado conocer los circuitos y que tampoco pueden seguirlos de tal manera que puedan participar la mayor parte del tiempo. 
Acá van algunos datitos y razones por las cuales es un poco difícil integrarse al circuito literario serenense.
1.- No puedo decir que la ciudad ofrezca un programa grueso, en La Serena hay tres ferias que se hacen todos los años (aunque quizás el otro año no): Feria del Libro en verano, Feria del día del Libro en abril y Boulevard del Libro en Noviembre. En Coquimbo -casi todos los años- hay feria del libro, pero que sea constante, no. 
2.- Hay poca coordinación entre las partes -no hay un programa global de actividades literarias-, lo que hace difícil que el público de eventos municipales (por ejemplo los lanzamientos en la Biblioteca Pública) sea el mismo que el de eventos universitarios (los cafés del Centro de Extensión); por poner un ejemplo y recordando que no se excluyen entre sí. 
3.- El circuito independiente (referido a escritores que se encargan de sus propios eventos) no es constante ni frecuente, por lo tanto seguir a los autores que participan en revistas autofinanciadas o proyectos editoriales incipientes, es imposible si no conoces a alguno en persona, alguien que te informe de primera mano sobre lo que hacen. 
4.- Ningún local (bares, pubs, restoranes o lugares de reunión particulares) destaca o se especializa en eventos literarios, por lo que "se hace donde se puede" y no siempre se obtiene difusión efectiva. Sin embargo, hay algunos lugares que son frecuentados por escritores, pero su elección responde al poder adquisitivo de los autores más que al ambiente literario.
5.- Curiosamente, las bibliotecas no son lugares que los escritores frecuenten comúnmente (o sea, los puedes pillar ahí, pero no van de escritores, sino como usuarios) o que sean elegidos para albergar reuniones de corte literario y tampoco es el primer lugar en donde se realizan actividades relacionadas con literatura; se prefieren los centros culturales municipales para lanzamientos, lecturas y actividades. *Dato curioso acá: de todos los talleres que se ofrecen en la Biblioteca Regional, sólo hay dos que tienen que ver con "escribir" y uno que otro club de lectura al año; la Biblioteca Pública no tiene club de lectura y, me parece, que tampoco un taller de escritura que funcione a lo largo del año. 
6.- Los escritores son difíciles de encontrar -algunos más que otros en todo caso-, pero no suelen ser personajes públicos y su actividad o participación se subordina a actividades literarias; creo que el escritor se comporta como escritor en tanto sea en un ambiente literario, todos tienen ocupaciones y trabajos que no tienen que ver directamente con literatura (hay muchos profesores, psicólogos, abogados, incluso ingenieros).
7.- Si bien hay, existe y se mantiene la movida literaria (siempre que sepas dónde encontrarla), es fundamentalmente poética; viendo un poco más allá, también hay cuentistas, ensayistas, dramaturgos, novelistas y cronistas, creo que en ese orden, referido a la cantidad de personas que se dedican a ello, de más a menos. De acá sale también algo que me contaron hace poco (aunque es obvio si lo piensas un poco), pero que aún así me impactó escucharlo, ya que lo conversé con alguien a quien tengo en alta estima: en Chile hay poetas y somos tristes para escribir (casi no se escriben textos cómicos), en Argentina hay muchos narradores y se nota; la historia literaria chilena está llena de poetas (con historias más o menos afortunadas) y en Argentina está lleno de narradores (cuentistas y novelistas). Si comienzas a pensarlo bien y cuentas los autores que conoces de cada nacionalidad, te das cuenta de que es así y puedes hacer el ejercicio aunque no leas mucho. Razones por las cuales, si no escribes poesía, te costará aún más encontrar a otros que se dediquen a lo mismo.      
En conclusión: no puedo decir que falte literatura o escritores a La Serena, pero debes saber que cuesta un poco tener una idea más o menos acertada de todo lo que pasa alrededor de la literatura local (a mí me tomó alrededor de dos años darme cuenta de todo lo anterior -que no representa el 100%- y eso que tenía harto tiempo, prácticamente asistía a todo).

No me leen ¿existo?
Lo que siempre oyes de escritores y más recientemente lees en rrss: "nadie me lee" (o "nadie lee a mujeres", "nadie lee a locales", "nadie lee a jóvenes", "nadie lee ensayos", etc.; según el contexto). ¿Es cierto? Hace un par de días, alguien me envío un artículo en donde se habla de un Tweet y una reflexión respecto a lo que escribió una autora, las respuestas y la polémica; te dejo el link y te advierto que es largo, pero vale la pena leerlo: Cómo se construye una autora: algunas ideas para una discusión incómoda. Esto no es de hoy, tampoco se remediará a corto plazo; siempre habrá alguien que alerte o denuncie que no lo leen (inserte acá la razón que sea). 
¿Qué pasa en este presente, desde el 2018 hasta hoy? la denuncia o la alerta va en tanto a género -insisto, no es la primera vez ni será la última-; las mujeres están diciendo "nadie lee a mujeres" y hay harto de lo que pueden echar mano para reforzar la idea de que pasa realmente. Ahora una pregunta: si reclamas que nadie lee a mujeres ¿lo haces tú? 
¿Las mujeres escritoras están leyendo a otras mujeres escritoras? ¿leen a contemporáneas? ¿leen a autoras muertas? ¿leen a autoras mayores o menores que ellas? ¿leen a creadoras que escriben el mismo género literario o distinto? ¿leen todo tipo de literatura o tema si lo escribe una mujer? ¿leen a escritoras chilenas o extranjeras? ¿leen ensayos escritos por mujeres o sólo poesía escrita por mujeres? 
¿Cuántas de nosotras podríamos mencionar, al hilo, el nombre de veinte mujeres escritoras? 
Hace algunos años me puse a despotricar contra una mujer que decía que no se leía a mujeres y yo me fui en la cuática y le dije "¿a cuáles mujeres? si el volumen de libros escritos por mujeres disponibles en esta misma biblioteca es mínimo". Ahora, pucha que fui weona porque ni yo sabía si estaba de acuerdo o no con la idea de que había que leer a mujeres, tampoco las razones que me impulsaron a responder de ese modo. Ahora sí puedo responder con motivos y explicarlos: ahora mismo, situándome como lectora puedo decirte que creo en lo siguiente. 
1.- Creo que la lectura no debiera preferirse por el género de quien escribe, sino por la calidad de aquello que se lee (según el criterio del lector, básicamente). 
*Aunque a propósito de lo anterior, siempre caigo en este loop de ideas y no encuentro una solución que me saque del sinsentido
a.- se lee menos a las autoras, 
b.- porque también se publican menos autoras, 
c.- porque el lector confía más en los autores masculinos, 
d.- porque también hay más hombres que escriben, 
e.- porque viene un prejuicio con el género del autor, 
f.- porque no hay el mismo volumen de libros escritos por hombres y mujeres, 
g.- porque al final tienes disponibles más libros escritos por hombres, 
h.- porque hay menos mujeres que escriben... 
...ahí se me va la vida porque siempre termino dando vueltas en lo mismo.  
*Para ver dos ejemplos de lo que digo arriba (páginas 51, 59) : La edición independiente en Chile Estudio e historia de la pequeña industria (2009-2014) El documento completo es súper interesante, ya sea que leas, escribas o tengas una editorial.
2.- Creo que no debiéramos discriminar o juzgar un libro antes de leerlo: lee y, luego, descartas o recomiendas. 
3.- Creo que podemos dividir a los lectores en dos grupos: los que "leen porque les gusta leer" y los que "leen porque quieren aprender a escribir". Ambas opciones son válidas y te conducen a distintos tipos de lecturas, ni más ni menos. 
4.- Si quieres reclamar por algo, comienza por resolverlo en casa. Lee, juzga, opina, recomienda, abre la discusión, aporta tus sugerencias. En un primer momento, todo esto puede tener un alcance mínimo, pero puedes conseguir que el "boca a boca" le permita a otrxs conocer nuevos autores o autoras. 
Me ha pasado juntándome con Los Viajeros (siempre nos recomendamos libros) que cuando me llegan recomendaciones de autoras, las leo y, a veces, son autoras que en la vida hubiera escogido leer; de repente no me gustan, de repente me gustan mucho, a veces me aburren y a veces me pego con alguna. Ojito, lo mismo me pasa con autores, con otros géneros literarios, con jóvenes, contemporáneos, viejos o muertos.   
¿Debo leer a mujeres porque soy mujer? No.
¿Debo exigir que todos lean más autoras sin dar razones? No.
Insisto: me sitúo en este punto como lectora. 

Relación sesgada.
He tenido problemas cada vez que me relaciono o escojo marginarme de tal o cual lugar, creo que los creadores están más en la disposición de apuntar con el dedo antes de preguntar sobre la causa de las decisiones; dice de ellos que no les interesa realmente lo que hagas o si es beneficioso o perjudicial para quien toma la decisión, pero sí es necesario dejar en claro que "ésta no piensa como yo, por lo tanto tomó una mala decisión". Lamentablemente no he podido trabajar de modo sostenido con ninguna persona (hago pegas de edición, corrección, diagramación, impresión y encuadernación: todo sola), me relaciono de tal modo con otros creadores que se dan dos oportunidades de hacerlo: talleres de narrativa (Viajeros del Mary Celeste) y talleres de encuadernación (Me pego un tiro). Con los que frecuentan los talleres de Los Viajeros mantengo una buena comunicación y muchos de ellos terminan publicando a través de la editorial o piden mi ayuda para que les enseñe cómo pueden hacer un plaquette. Los que asisten a los talleres de encuadernación, casi siempre lo hacen por un interés particular (un tipo de encuadernación o alguna técnica en particular) o como un pasatiempo; muy pocos de los que asisten a talleres de encuadernación participa de un proyecto editorial. Esa situación se entiende si sabes que resulta difícil vender libros hechos a mano (por el costo), de autores locales (porque la gente no los conoce, por lo tanto no los compra) y mucho menos libros que rebasen el costo de un libro corriente (acá casi nadie se dedica a hacer libros objeto y es poco frecuente que los libros publicados en La Serena luzcan distintos de un libro convencional). Por otro lado, hacer algo único o de un modo especial (los microempresarios le dicen "nicho") hace que tu proyecto destaque o sea preferido por sobre otros; cubre una necesidad y ofrece alguna propuesta distinta que es apreciada por otro tipo de consumidor.
Nota para finalizar: sé que esto suena fatal para quienes creen que la escritura y creación -por un lado- y la publicación -por el otro-, no deben hablarse en términos que los relacione con el dinero que se obtiene por hacerlo o en términos de "negocio". A mi favor puedo decir que intento cubrir lo que más puedo en relación al tema. 

Relación de amistad, te leo; relación de odio, no existes.
Ha sido mucho más grata la relación con editoriales que con autores, digamos a nivel de organización y gestión de esfuerzos: las editoriales son pocas y todos tenemos problemas similares, por lo que llegar a un acuerdo es más fácil; es complicado que los escritores se pongan de acuerdo en algo, especialmente cuando cada uno tiene sus propios "ataos" (no siempre relacionados con la escritura). Quizás tenga que ver también con cierta afinidad entre algunos de ellos, poetas con poetas, mujeres con mujeres, carreteros con carreteros... no lo sé en realidad, pero puedes fácilmente ir separando o clasificando según con quien se junten; casi siempre es la amistad la que prima por sobre lo demás. Mientras eres amigo de algún editor, te publican; si eres amigo de alguien que tiene revista, te consideran; si tu amigo o grupo se ganó un fondo, sales en la antología; si un amigo se consigue una presentación, también estarás ahí. De ahí también sale la desconfianza en las publicaciones: no hay un criterio literario para publicar, sino una garantizada cercanía personal. ¿Podría entonces decir que las antologías son representativas -de algún modo-? no, jamás lo han sido. ¿Podría llegar a conocer a los escritores locales si leo las revistas que se publican en mi ciudad? no, no todos son publicados en revistas. ¿Podría llegar a salir en alguna antología? si no eres amigo de quién está encargado de la antología, no te considerarán.
Te propongo un ejercicio con algunas condiciones (lee el ejercicio completo y luego consultas los asteriscos): asume que hablamos de alguien que puede leer todo lo que se escribe en alguna ciudad* y que lee sin filtros**: creo que este sujeto hipotético, bajo esas condiciones, podría convertirse en un crítico y los escritores podrían confiar en su opinión aunque sea desfavorable.  

*¿Por qué es imposible leer todo lo que se publica en un lugar?: En primera instancia, porque es imposible saber exactamente cuántos libros se publican en una ciudad; imagina el entuerto para siquiera enterarte. Luego viene el acceso ¿cuánto dinero tienes para adquirir estos libros? ¿los autores están dispuestos a que sus libros sean leídos "gratis"?. De ahí comienzas a hilar fino: no todas las publicaciones son promocionadas a través de una editorial: recuerda la autoedición y la autopublicación. Para ser sinceros ¿de verdad te interesa leer todo lo que se publica?, nah, nadie desea leer todo, mucho menos si es de tu ciudad o tu región.
**¿Qué significa leer "sin filtros"?: lee todos los géneros literarios, lee sin que le importe el género del autor, la edad del autor, la extensión de la publicación, lee publicaciones formales e informales, lee en cualquier formato y soporte, lee libros para cualquier edad, lee de todo y bajo cualquier circunstancia.

Es curioso también que sea difícil confiar en la opinión de otro escritor. Acá va la experiencia personal: al pasearme por círculos frecuentados por poetas, sólo intuía que mis textos no eran "de interés"; o sea, entre leer poesía y cuento, siempre se priorizaba la poesía (en ese momento no era tan obvio para mí). En algún momento me sentí muy relegada o incluso un adorno que andaban paseando y me quedé con esa mala sensación por mucho tiempo, hasta que alguien me dijo: "Pía, son poetas, les interesa la poesía y tú escribes cuentos, por eso no te consideran como tú quisieras.". ¡Oh! era muy evidente y yo tan ciega, llorando por nada. Ahí me pregunté ¿en dónde estaban mis pares? ¿en dónde estaban los cuentistas? y me quedé mirando al techo porque no conocía a ninguno. Al tiempo después y por casualidad -en un taller de encuadernación-, conocí a un muchacho y le pregunté si tenía un blog (en ese rato aún había mucha gente con blogs activos). Hablando y hablando, llegamos a que ambos compartíamos el gusto por leer cuentos y novelas, además ambos escribíamos; ese mismo año comenzamos a juntarnos porque ambos necesitábamos con quién hablar sobre lo que nos gustaba hacer. Al mes le pusimos "Los Viajeros del Mary Celeste" y ese mismo año llegaron dos cuentistas más; terminamos el año con una lectura que bautizamos como "Rave Capgras". Con el primer Viajero yo parloteaba mucho sobre mi experiencia en ambientes literarios (casi siempre mala); creo que eso ayudó mucho a definir la ruta que acabamos tomando todos. A grandes rasgos, ninguno quería estar en un mal ambiente, tampoco ser complacientes, serviles, egoístas, aduladores, hostiles o sectarios; queríamos un lugar para desarrollar y explorar aquello que nos gustaba, además de invitar a otros para compartir lo que sabíamos (después de todo, nuestro conocimiento siempre fue instintivo y nadie podría decir que se las sabía todas). Yo solté todo lo que sabía y ellos también soltaron todo; nada era irrelevante u obvio, nada sobraba o resultaba poco interesante. Algunas veces era como ir completando el buscaminas sin morir, otra veces era como aprender a usar bien una herramienta que acabas de adquirir o descubrir un mapa nuevo en un rpg.   

Es triste, pero la mayor parte de las veces serán reacios a reconocer que alguien escribe bien si no es un amigo o serán extremadamente benignos con las opiniones si desean algo de ti o si se consideran  amigos o pares. Uy, también me pasó y fue triste porque dejé de tener valor en cuanto me retiré, renuncié o dejé de asistir a ciertos lugares, incluso cuando dejé de ver a ciertas personas. Cuando escuchaba algún comentario de alguno de mi cuentos me emocionaba (¿para qué te voy a mentir?), pero después comencé a notar que los comentarios eran súper vagos: "está bien", "es bueno", "es bonito", etc. Ya ¿y qué más? ¿notaste errores, cuáles? ¿notaste incoherencias, poca coherencia o cohesión? ¿está realmente bien escrito? ¿hay errores ortográficos o algo más que decir al respecto? Nada, jamás algún comentario certero. Y ahí comienzas a preguntarte si estás perdiendo el tiempo o si estás desperdiciando tiempo porque no es bueno lo que haces y no mejora con el tiempo; mil otras tonteras que parecen ser más importantes porque, en algún momento, la amorosa opinión propia aguanta poco. Debo decir que algunas personas, fuera de Los Viajeros (porque con ellos es un ejercicio constante), han hecho una pega de análisis más profundo y en su momento lo agradecí harto, pero esas mismas personas que me leyeron con atención y dedicaron tiempo a comentarme los cuentos, dejaron de leerme en cuando me alejé; lo que escribo desapareció de su vista, al igual que yo quise que ellos desaparecieran de la mía. *Lo último es una trampa ¿adivinas en dónde está la trampa?
  
Moderadores y críticos. No te metas con mis weás.
Acá debiera aparecer la figura del moderador, de quien sea un lector abierto y que pueda emitir una opinión basada en aspectos literarios (en ningún caso tener relación personal con los autores, porque no confío en que la amistad no será un factor que determine la opinión). Digo moderador, porque la figura del crítico literario no existe en estas tierras (¿o sí? me cuentan si conocen alguno). Me referiré, en lo posible, a todos los casos probables; lo intentaré.
Los que escribimos no hablamos de lo que leemos; no leo a mujeres; no leo a hombres; no leo a jóvenes; no leo a viejos; no leo a disidentes; no leo revistas; no leo antologías; no leo a desconocidos; no leo a poetas, dramaturgos, cronistas, ensayistas, cuentistas, novelistas, etc.; no leo en papel; no leo en digital; no leo porque no tengo plata; no leo a locales. Excusas, nos encanta buscar una excusa para cuando nos preguntan, más encima nos da cosita (o sentimos culpa) cuando callamos o cuando tu respuesta es "no me interesa". Quizás es que somos poco exigentes con lo que nos llega a las manos y como nos importa tan poco, pues pasa como agua. 
Bah, paparruchas. No te metas con mis weás... ah, legal que no te interesan mis weás, dejamos de trabajar juntos o dejamos de ser amigos, legal que no te interesa nada que provenga de gente a la cual le tienes cero estima.
Qué pésima forma de terminar una entrada.

PD: Pucha, tenía la sensación de que esta entrada debía contener algo más que parloteo, pero la guardé por mucho tiempo y ahora que la retomé, pues olvidé el punto. No importa en todo caso, como que todo esto perdió volumen desde que decidí escribirlo hasta que lo terminé. Saludos. Gracias por leer. 

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