“Así que eso era lo que querían: mentiras. Mentiras maravillosas. Eso
era todo lo que necesitaban. La gente era tonta. La cosa iba a ser fácil.”
En séptimo básico contesté algunas preguntas en base a experiencias
personales, cada respuesta fue sincera y detallada. Algunas semanas después, mi
profesora habló con mis padres y les explicó que tenía una autoestima baja, mis
padres se enfadaron conmigo y desde ese entonces decidí mentir.
Para mi tranquilidad, las personas creían mis mentiras, de hecho les
fascinaba cuando les contaba alguna historia, pude salir bien parada de muchos
problemas por mentir descaradamente. Hace un par de años me hice consciente del
asunto, mentía a cada momento, incluso sin obtener beneficios a cambio. Decidí
expresarme sinceramente o guardar silencio, ahora cuando deseo mentir, escribo
relatos sobre cualquier tema, la gente que lee mis historias me felicita por
escribir mentiras.
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