Antes de leer alguna entrada de "Cierto personaje acusado de alta traición":

6 de abril de 2021

Apaleada

Desde diciembre del año pasado he estado "amarrando" pegas, comprometiéndome con publicaciones, terminando las que quedaron pendientes y respondiendo las que están apareciendo. Se sabía que el verano sería un extraño verano: había permiso de vacaciones, pero no dinero para salir; había un poco de libertad para moverse, pero no había lugar a donde ir; había cierto ánimo por algunos cambios en el entorno, pero no dejaba de sentir un poco de miedo de ir a lugares muy concurridos; sabía que, como el año pasado, debía agarrarme a lo que pudiera porque realmente nadie sabía bien lo qué pasaría el 2021. La cantidad de pegas que "amarré" es más de la que puedo cumplir de buen modo, tomando en cuenta el tiempo que me tomaba antes y el tiempo que me toma ahora: antes me dedicaba a sacar una a la vez, ahora estoy trabajando en dos o tres a la vez. En los años anteriores (2018-2019) sabía qué podía hacer y cuánto tiempo me tomaba, sabía también cuánto podía tomar y cumplir; en verano no me comprometía por la feria del libro y me permitía descansar en marzo, retomando en abril con el taller de Los Viajeros. De ahí a recibir pedidos y echar mano de las muchas ferias que se realizaban durante el año (día del libro, aniversario de la biblio regional, ferias independiente, actividades varias, lecturas nocturnas, pequeños lanzamientos, etc.).

En los últimos meses del año pasado amarré pegas (todas las que pude) y puedo hacerlas, incluso puedo hacer más de las que pensaba, pero a medida que pasan los días me he estado sintiendo muy apaleada. Mi pega no es algo pesado (digamos, no tengo que hacer mucha fuerza con el cuerpo), tampoco es algo que me agote (siempre se pueden alternar tareas e ir variando las actividades), mucho de lo que hago tiene que ver con estar frente a un computador y el resto es encuadernación (ambas son actividades que ya sé hacer y que me toma poco tiempo)... ¿por qué entonces tanto cansancio? me siento mucho más cansada que cuando estaba todo el día en las ferias o toda la tarde en las actividades literarias. Sí, estoy trabajando en muchas más cosas que antes, pero si soy capaz de hacerlo y lo hago ¿cómo es que me siento tan cansada?

Ayer me llamó una amiga muy querida y le comenté que estaba despertando apaleada, me dijo que era un "síntoma" normal, algo que también sentía, además de soñar weás y la inevitable tristeza. Pucha, entré ahora más preparada, vi a mucha gente antes, tengo pega, tengo cosas que hacer y asuntos de los cuales me debo encargar (actividad a full), pero no siento que el apaleo sea a causa de esos asuntos y tampoco me atrevo a achacárselo a la situación porque -dentro de lo que se puede- estoy bien y las personas que me importan también están bien. ¿Qué me pasa? ¿qué nos pasa?

Me alegro de poder arrancarme un rato y poder ir a lugares que me gustan, no sentir tanto miedo como la primera vez. 

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