Antes de leer alguna entrada de "Cierto personaje acusado de alta traición":

23 de agosto de 2010

Los zapatos de tacón de mi madre [III]

Mi madre es una mujer complaciente, agradable con todos. Tiene mil amigos y muchas otras personas a su alrededor. Su familia la quiere mucho. Es un modelo perfecto de la madre abnegada. Ha cuidado a todos sus hijos y lo seguirá haciendo.
La única influencia femenina importante que he tenido es la de mi madre y eso se nota cuando abro mi mochila para sacar comida, cuando reparo la ropa que he descosido, cuando hago peluches, me encargo de las plantas, cocino y sufro cuando alguien me hiere. A la edad de veintidós años comencé a sentir que mi cuerpo se transformaba en algo “más bonito”, y no era una mariposa de gracia inocente, ni un pajarillo de cuerpo estilizado, una flor que despierta para saludar al sol o un adorable animalito de peluche… yo me convertí en una gata. ¿Gata?, cuando me di cuenta ya tenía cascabeles colgando de todos lados, mis ojos verdes ya podían ver de frente al mundo, me movía con pasos seguros en esta tierra, un poco caprichosa, un poco malvada. ¡Soy una mujer que se identifica como tal!.

[¡Continuará!]

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