Antes de leer alguna entrada de "Cierto personaje acusado de alta traición":

17 de agosto de 2010

De conversaciones inconclusas [I]

Si te pregunto es por algo, si te escribo es por algo, si espero tu respuesta es por algo ¡no importa que yo “haga lo mismo”, quiero saber por qué lo haces tú!. Quizás ya te lo dije ¡eres un estimulante adictivo!, dejé de creer que me encontraría con alguien que me provocara de esa manera, y va más allá de agradar, de considerarte alguien importante, influyente, motivador, excitante [imagíname gritando como nena en concierto]. ¿Por qué nos “topamos” ahora? ¿por qué no antes o en otras circunstancias?. Mi cabeza todavía flota por ahí, por allá, colina arriba, en el frío ¡todavía intento atrapar esa mariposa!. Mis pensamientos no son muy útiles, no sirvo más que para “dar lata”… ¿o no? -¿qué me dices tú?-. Me descubro hablando más de lo que acostumbro y cada día con cada palabra vuelvo a conocerte, con cada conversación me acerco a alguna clase de “iluminación”, la cosas que existen allá afuera me parecen amenazantes y aún un poco asustada estoy recorriendo ese camino, te escucho e imagino esas cosas que te esfuerzas en hacerme entender ¡no quiero pelear!, quiero escucharte y saber más de todo.

1 comentario:

F.... dijo...

Hablar abre otras ideas, no está mal, el problema es cuando el lenguaje no se presta para eso y no sirve para expresar algo que nunca se ha expresado (?) es decir, no podemos atravesar todo con las palabras, el mundo es mucho más inmenso que un silabario o un diccionario, entonces como llegar a ese límite.
Te entiendo, aveces me coloco a la defensiva, ya leerás la carta,paciencia