Bienvenida guagua [Saturno corazón de abuelita, el remake].

Hace más o menos dos años, me sorprendió la llegada casi "paracaidística" de dos guaguas al mundo. Digo guagua y suena tosco, hasta puede sonar un poco duro (como la palabra parir), pero es la palabra no adaptada del inglés que define a un nuevo ser que fue concebido recientemente.
Más allá de la pelea por un término u otro, quiero resaltar el sentimiento que provoca en todas las mujeres el estar embarazadas, se crea todo un nuevo universo en su útero, lo sienten como algo extraordinario ocurriendo justo dentro de ellas y se sienten orgullosas, es todo, ni más ni menos felices, una mujer embarazada es un ser risueño que concentra las vibras positivas que al resto de la humanidad nos hacen falta. Todo el problema que respresenta sostener a una nueva vida, lo resuelve su organismo por él mismo. Desde que el hombre es hombre, la mujer es la creadora de vida, la sostenedora de todo el sistema reproductivo.
Hoy, después de dos años, más o menos, vuelven a caer dos pequeños paracaidistas, de piernas cortas y un poco chatos, que ven sombras y que son capaces de reconocer el olorcillo de su madre, que guardan entre su tierna carne al aroma de la inocencia, del amor.
Me despido porque no es adecuado que un mortal bloguero hable con tanta soltura de algo divino.