Antes de leer alguna entrada de "Cierto personaje acusado de alta traición":

20 de mayo de 2020

Me siento pequeña y es molesto.

Hace años, me di cuenta de que padezco dos tipos de dolor de cabeza: la cogorza ("caña") -el típico malestar provocado por beber mucho alcohol- y un dolor de cabeza por cansancio -me da en un sólo lado de la cabeza-. Hace rato que no bebo alcohol o bebo muy poco (un vaso de vino, como mucho), ya que me produce tristeza el día después, me siento deprimida y continúa esa sensación aunque ya no padezca la cogorza. El dolor de cabeza por cansancio me da cuando llevo mucho tiempo sin dormir y una vez me dio porque doné sangre y realicé muchas actividades durante el día; supongo que fue por eso. Esos son dolores que conozco y que puedo perfectamente identificar la causa, además de saber a la perfección lo que debo hacer para aliviarlo.

Hace unas semanas atrás, me levanté un día con un lado de la cabeza con una molestia insistente: me levantaba rápido y me molestaba más, me molestaba la luz, me molestaba estar recién levantada y que ya me doliera la cabeza (yo había dormido normal y se suponía que no estaba cansada, tampoco había bebido la noche anterior). Vale, ese dolor de cabeza se me pasa durmiendo -aunque cuesta dormirse con dolor de cabeza-, pero recién me había levantado y no iba a tomar una siesta; decidí esperar hasta la noche y, mientras pasaban las horas, se hacía más molesto el dolor. Llegada la noche dormí y descansé bien, pero al otro día seguía con el mismo tipo de dolor de cabeza, pero en el otro lado. ¿Qué onda? si bien no era una molestia incapacitante, era incómodo estar despierta. Ya iban dos días con la molestia cambiando de lugar de la cabeza y me tenía enferma. Voy a casa de mi familia, me zampo dos platos de fideos con carne y verduras; me pongo a pensar en un programa de tv que vi hace rato... era ese programa donde alguien experimentaba por veintiocho días algo ("ser alcohólico", "ser anoréxica", "ser millonario", etc.); vi el de la chica que no comía y ella relataba que le dolía la cabeza ¿por eso me dolía la cabeza? Pensé en qué había comido en esos días, intenté recordar con detalle cada cosa que había comido en esos días y me di cuenta que no recordaba haber preparado comidas por, al menos, cinco días; además de haber comido muy poco durante los últimos dos días. Me bebí muchas tazas con té y café, un pelín de cocho disuelto en mucha agua; un dulce (creo); muchos cigarros; y no podía recordar más. ¿Había comido los días previos y no lo recordaba, o no había comido? por más que intenté recordarlo, no pude. Pensando en eso y en el dolor de cabeza -que aún tenía después de comer dos platos de fideos-, le pregunté a mi madrecita si "no comer" podía provocar dolores de cabeza y me dijo que DEBÍA comer; que DEBÍA desayunar, almorzar y tomar once. Ya, dale, no sentía hambre y por eso no preparaba nada para comer; tengo la costumbre de comer cuando siento hambre, no cuando se DEBE comer. A menudo me da hambre cuando veo la comida y no siento hambre si no veo comida preparada. ¿Había comido esos días que no podía recordar? ¿era eso la causa del dolor de cabeza? Una vez alguien me dijo que yo tenía una "buena relación con la comida", me explicó que yo no me veía como alguien que mitigara la ansiedad con comida o que comiera en exceso o que me dieran atacazos de hambre o que tuviera desórdenes alimenticios: mido 1,65 cm. y, generalmente, peso 60 kg.; todo dentro de lo médicamente "normal". 

En noviembre del 2018 pesaba 53 kilos, yo sólo percibía que me sentía pequeña y, aunque ya sabía que pesaba menos, jamás pensé que había bajado de 60 a 53 kilos; experimenté un susto de muerte con una amiga y eso me quitó completamente el apetito por meses, razón por la cual llegué a pesar 53 kilos. Durante ese tiempo yo comía, pero mucho menos que antes y jamás me dolió la cabeza por eso. A medida que pasaba el 2019 llegué a pesar 57 kilos y desde el año pasado no había bajado ni subido un gramo, según yo comía lo mismo; pero llegado el Estallido, volví a perder el apetito. Las primeras semanas de la emergencia por epidemia, apenas establecieron "estado de emergencia" (léase toque de queda desde las 22:00 a las 05:00), se me volvió a quitar el apetito; según yo estaba comiendo y todo bien, pero cuando me dolió la cabeza de modo tan insistente me di cuenta que no era así. Hace algunos días supe que pesaba 55 kilos, me sentía pequeña, pero tampoco sabía que había bajado esos dos kilos en cuarenta días. Continúo sintiendo poco apetito, pero no he dejado de fumar. Continúo sin preparar almuerzo, pero bebo mucho té y café. Continúo pensando en cómo le hago para conseguir cigarros, pero no me preocupa -para nada- preparar algo para comer. No podría concebir un día sin beber té o café y fumar; pero puedo imaginarme un día sin comer. ¿Es esto "normal" (le pasa a mucha gente)? ¿es esto algo que pasa a menudo? ¿esto será algo que me seguirá pasando a medida que cumpla más años? Lo único que tienen mucho potencial para molestarme, es sentirme pequeña para siempre.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Es un agrado leerte, con tu voz y todo, es como estar tomando té en tu cocina.