Antes de leer alguna entrada de "Cierto personaje acusado de alta traición":

11 de mayo de 2011

IV. Las hojas aplastadas.

Larga avenida de semáforos en rojo, yo leía. El sonido de las hojas secas quebrándose se escuchaba a mi espalda, detuve mi lectura y esperé que el ruido cesara. Las personas caminaban por la acera cercana, a ambos lados, pocos automóviles. La errática caminata de una viejecita de falda larga, chamarra y gorro de distintos colores me llamó la atención, a cada paso intentaba pisar una de las hojas estrelladas que yacían en el suelo, a cada paso tronaba una hoja y si no lo hacía, la abuela movía su pie sobre la hoja hasta que lograba quebrar el delicado marrón que se había asentado en ellas. Sonreí, seguí leyendo mientras el sonido de las hojas aplastadas me hacía grata la visita a la avenida. Quizás algún día puedas escuchar los pasos de la viejecita.

1 comentario:

F... dijo...

mmm, yo retomaría a la anciana y la haría vivir más