Antes de leer alguna entrada de "Cierto personaje acusado de alta traición":

11 de enero de 2010

Posito aquí, Posito allá.

Se me pasó unos cuarenta y cinco minutos el día del cumpleaños de mi madre... ¡ouch!, minutos más o minutos menos, aquí va:

Mi querido Posito (ya sé que hay un error en el género, no lo tienes que notar), éste verano pude ver claramente los celos que dañan mi corazón, estaban ahí, mientras miraba mis zapatillas negras y a mi hermanita jugar con su perro. También noté que medio mundo sabe que escribo, pero nadie me pide que les lea algo mío, se vuelve molesto porque mi nombre es más grande que mi letra. Me fijé que la gente me odia porque soy voluble, cambiante, distinta, porque a los ojos del mundo soy una rareza de mente errante. Acepté que soy una persona que prefiere la compañía de un gato, que la gente no me gusta y que no necesito de nadie para sentirme querida.
Y, a pesar de todas esas cosas, disfruté contigo los momentos más simples de este verano, cuando conversábamos, cuando sonreiste para mí, cuando hablamos de todas esas cosas que me molestaban y me herían. Después de todo, sé que puedo confiar ciegamente en ti. Feliz cumpleaños Posito.

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