Antes de leer alguna entrada de "Cierto personaje acusado de alta traición":

30 de enero de 2008

Saturno embriagado de nube gris en atardecer rojo sangre.

Inquieto es el muchachito desgraciado, pensando en que la paranoia es un mal propio del alter-ego, sugiriendo la muerte de las nubes que corren sobre su caliente cabeza, expresando incansablemente su angustia, gritándole al café con todas sus fuerzas... ¡He osado escribir en contra del mundo que no me deja suspirar tranquilo!, cruzando el desierto, contando la arena que se alza y amenaza destrozar este cuerpo. Ahhh, un salto desde el profundo abismo, hacia arriba, al cielo despejado sin querer algo más. Pequeño Saturno no permites que tu mente se despeje, sigues pensando en el cabello que sentiste entre tus dedos, en el aroma que dejó en tu piel... Olvidas siempre que no debes maldecir, la gente no desea un muchachito malhablado, no quieren saber de un joven que desperdicia su boca en tragos amargos y besos a falsos amores.
No quiere aquella mujer que la bebida opaque tus ojos, que se convierta en tu perdición. Ya no deseo que pierdas el control frente a la noche azulina, ya no quiero que corras como un niño a mis brazos ¡que yo no soy tu madre!. No me busques, no me encuentres, no quiero saber de tu olor a ron barato, no quiero saber de tus delirios por aquella rubia que te tiene hecho un desastre. Mi pequeño Saturno, ya no te pierdas en medio de la noche.

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