Antes de leer alguna entrada de "Cierto personaje acusado de alta traición":

20 de abril de 2013

Campanas de viento

   Me bajé en un lugar poco frecuente, a una cuadra y media de mi casa; el señor del colectivo manejaba rápido, quería irse a casa rápido, me preguntó dónde me bajaba... "Victor Salas con la Avenida, pero déjeme aquí". ¡Le da lo mismo! -me dijo-. "Gracias". Cerré la puerta detrás de mí, me había bajado en el extremo equivocado de la calle: el pasaje en que vivo es una gran "L" que cruza las tres calles importantes del sector Colina El Pino, de norte a este. Me bajé al este, cerca de donde terminan las casas, hacía mucho tiempo no caminaba por esa parte del pasaje, creo que años. El viento era agradable, aunque muy frío, como el viento que me molestaba en Chuquicamata. ¿Eran campanas de viento? oh, me encantaría pasear contigo de la mano por la calle de las campanas de viento. Regulé mi paso, eran pequeños y flojitos, tenía curiosidad por los nuevos sonidos que parecían venir de todos lados, sonreí como no lo había hecho en todo el día. Sobre un balcón colgaban barritas metálicas ordenadas por tamaño, las pequeñas relucían en medio, se movían en conjunto y cada una por su cuenta. Había otras casas bajas con campanas, éstas eran de coco y bambú, reproducían sonidos venidos desde alguna isla desierta. Las siguientes casas tenían campanillas metálicas, pequeñas. Otras de cerámica. Incluso había una en que colgaba una campana de viento de ágata. Vendré a pasear aquí con más frecuencia.

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