Antes de leer alguna entrada de "Cierto personaje acusado de alta traición":

24 de noviembre de 2009

Lágrimas que no puedes contener.

Cuando llegué a mi casa, sentía una molestia leve dentro de la cabeza. Pasar la clase llorando no es lo más recomendable, en este universo ni en ningún otro.

Me sentí mortalmente mal y a cada momento se me escapaban las lágrimas de los ojos. ¿Sabes? siempre tuve la impresión de que, en mi presencia, mi familia se sentía incómoda, cada vez que armábamos el arbolito navideño, mis hermanos se enojaban porque yo no los dejaba poner los adornos en dónde ellos querían. Hace poco, haciéndole espacio a la tele, tuve que dejar de moverme, mirarlos y preguntarles qué les sucedía, por qué no me ayudaban, ellos solo observaban cuando yo amontonaba todo ¡¿por qué no me dicen que estoy haciendo mal las cosas?!, esperan a que me sienta mal, sienta voces burlonas en mi cabeza, me "largue" a llorar y me encierre en la pieza, porque les fascina herirme.
Me siento fatal, casi siempre con ellos ¡las personas más importantes en mi vida! ¿por qué me hacen sentir así? ¿en serio soy tan mala? ¿en serio merezco estar sola en mi pieza llorando?.

En el electivo de relajación, le toqué los dedos a una muchacha que es bastante amable conmigo -supongo que le caigo bien-, mientras con mis manos recorría sus dedos me sentí muy bien, más bien de lo que me siento a diario con mi hermano... me corrían las lágrimas y yo me las secaba a cada momento, agradezco que nadie se fijara, no tengo idea de cómo enfrentar estos momentos.

¿Alguna vez has sentido que de tanto llorar te duele la cabeza?...
¿Alguna vez te has sentido mal y no tienes a quien recurrir?...
A mi me pasa seguido, creo que es porque de algún retorcido modo, me merezco esas lágrimas, ese eterno nudo en la garganta y el odio que siento que el mundo se desea.

Amor, tenías razón: los gatos no hablan, por eso los amo más que a la gente.

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