Antes de leer alguna entrada de "Cierto personaje acusado de alta traición":

6 de noviembre de 2007

Quiero despertar entre los brazos fríos de alguien que no necesite respirar.

Despertar cada mañana, mirar mis manos y sentir que no son mías, despertar y saber que la noche no te ha brindado descanso, permitir que las horas se escapen entre tu cabeza y tus pies. Un largo suspiro me avisa que estos días no son los mejores, miro al cielo azulino y melancólico. El repetitivo tintineo de la campana que avisa cada hora al pasar. No siento que las bellas damas que abundaban en mi pasado, ahora se molesten en aparecer, en saber que ha sido del maldito que antes les escribía. Otro suspiro y me vuelvo a sentir acabado, inundado de pensamientos destructivos, ideas descabelladas, poemas a medias y manuscritos incoherentes. Mi querida Dama, siento que mi cuerpo dejará de ser útil, mañana emprenderé la marcha hacia la destrucción, mañana estaré satisfecho de los días que les dediqué y, con la cabeza en alto, emprenderé el camino hacia otra nueva vida. Hasta otro momento de debilidad, hasta otro día de tristeza, hasta otro día en que me sienta vivo.

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