Antes de leer alguna entrada de "Cierto personaje acusado de alta traición":

11 de diciembre de 2011

Jamás regresar

Estuve revisando las ventajas de desaparecer del "mundillo" literario y probablemente no es tan conveniente como había pensado en un principio. Digamos, por ejemplo, que a partir de este mes no asistirá a ningún evento literario: quizás algunas personas -subrayo algunas- extrañen su presencia. Luego de seis meses simplemente desaparecerá de la boca de todos. Luego de un año nadie recordará que usted asistió alguna vez, sino que se mencionará su triste ocupación actual y no importará lo que alguna vez escribió porque en realidad no era tan bueno. ¿Qué va mal hasta entonces?, pues que aquello que en algún momento le apasionó ahora forma parte de una línea paralela de tiempo, "usted hoy" no es el mismo "usted aspirante a literato" porque ahora no puede tomar un lápiz y escribir con la misma eficacia operativa de entonces. ¡Bingo!... un momento... ¿como es que algunas personas desaparecidas aún están dentro de nuestras cabezas y se les recuerda como hace cinco o diez años?. Desaparece y deja el oficio, condénate a un triste futuro que jamás podrás disfrutar. Desaparece y continúa, siempre recordaremos -amaremos- a aquellos que maduraron y jamás dejaron de hacer lo que les quitaba el sueño (¡no la embarres maldito bastardo, el alcoholismo no te hace mejor, te hace un estúpido imitador de cuarta!). ¿Qué hacer?... [suspiro].

[¿Continuará?]

No hay comentarios: