Antes de leer alguna entrada de "Cierto personaje acusado de alta traición":

17 de abril de 2010

A veces déjate caer que yo te voy a sostener.

A horas de la comodidad de mi casa y lejos de la seguridad que me brinda la ciudad, el universo parecía tener vida propia con cada estrella queriendo escapar del firmamento. En la parcela vecina un león vagaba libre, el insistente rugido delataba su presencia. No me había sentido atraída hacia el fuego, sólo esa noche se despertó en mí ese instinto primitivo. La fogata mantenía mi rostro caliente mientras mis pensamientos se iban quemando con la leña. En el aire había música, humo, palabras, alcohol. Compartí el silencio con un muchacho que me agrada bastante y eso fue suficiente para compensar las horas de la noche que pasé congelándome, odiando a un par de imbéciles y queriendo lanzar al fuego a un sujeto que atizaba la fogata.
Horas después, en el asiento trasero de un automóvil viejo, quería entrelazar mis manos con las suyas porque sentía que debía hacerlo, quería sentirme unida a algo real. Llegué a mi casa y mi mente seguía perdida, aquella madrugada no me atreví a tomar sus manos y no pude centrar mi mente en toda la jodida semana. Y tú ¿te atreves?.

1 comentario:

F... dijo...

queriendo lanzar al fuego a un sujeto que atizaba la fogata.
(esta me la pagarás)