¿Sabes? me siento muy enojada por un montón de cosas, pero siento más el enojo porque me ha tocado tragármelo aun sin quererlo... sintiendo también ganas de hablar de esto, pero sin tener a alguien que me escuche. Sé bien que me quejo re-mucho, pero necesito quejarme "pa juera", no así con mis asuntos felices, esos me los puedo comer bien y disfrutar en soledad (y sacarlos como cartitas sorpresa cuando quiero que alguien sienta culpa o se arrepienta de weás que ha dicho).
Desde el 2021 he sentido ganas de volver a reunirme con Los Viajeros y no necesariamente con los Viajeros que conozco, extraño mucho conversar con otras personas que quieran escribir cuentos porque siempre aprendo de los que conozco (sean jóvenes o mayores, hombres o mujeres, conocidos o no, tengan un largo camino escribiendo o apenas empiecen a hacerlo). Supongo que es el roce social, tener un tema común, aprender, conocer, conversar, desafiar a alguien, mirarlos a la cara y hacerlos sentir incómodos, que me odien y sigan yendo; me encanta y lo extraño. Ahora, eso de extrañarlos, me hace sentir un poco triste y poco más. Lo que me enoja bastante es la poca interacción o interés. No sé por qué siento tanta rabia cuando he oído a alguien decir "esto me encanta", "esto es mi sueño", "no dejaría de hacer esto", "quiero seguir", "¿cuándo volvemos?"... y después ni sé de ellos en años, desaparecen o hacen otra cosa y siento que me estaban mintiendo cuando los escuché. Pienso en el momento en que yo los escuché y me sentí feliz, sentí el corazón caliente porque ellos manifestaban abiertamente una decisión, una firme convicción, verbalizando un deseo intenso de hacer algo, mientras a mí me cuesta un montón tomar decisiones, decir "amo esto", "me gusta hacer esto", "este es mi sueño", "esto me apasiona". Creo que me enojo porque siento que se traicionan, dicen algo, luego hacen otra cosa y yo lo interpreto como una mentira porque siento envidia de la convicción que muestran otras personas, justo porque carezco de ese deseo intenso de hacer algo. Sé que es difícil de comprender, imagina lo que me tomó entenderlo y dejar de perderme en esas emociones; revisarlo y destriparlo para comprender. Ahora sé que no tiene sentido exigir a otras personas que mantengan fijos esos deseos porque las personas crecen y cambian, viven otras cosas y sufren otras cosas, no hay cosas "fijas". Yo me sigo enojando por weás, pero ahora no lloro por eso y tampoco lo hablo, tampoco termino odiando tanto a esas personas; ahora me lo guardo hasta que me dan ganas de quejarme acá.
Me demoré mucho escribiendo lo anterior y ya se me olvidaron las otras quejas. Santo remedio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario