Antes de leer alguna entrada de "Cierto personaje acusado de alta traición":

14 de septiembre de 2018

Yo, la oportunista y escaladora.

Alguna vez bloqueé a alguien de facebook por nocivo, me parece que pasaron -quizás- un par de años o algo así y este sujeto me comentó bajo una publicación... no sé con exactitud, el punto es que yo no podía ver la publicación, pues tenía al sujeto bloqueado, pero otros sí podían y me llegó el rumor. Abajo de ese comentario que contenía la palabra "oportunista", muchos de mis amigos -Los Viajeros-, "chuchetearon" al sujeto y de ahí no supe de más comentarios fuera de lugar -que provinieran del sujeto en cuestión-. Vamos por grados, algo así como del blanco al negro. La palabra "oportunista", está muy lejos de ser halagadora, ni siquiera se asocia a un concepto positivo como podría ser: "a raíz de una crisis, eres una persona capaz de ver en el caos, una oportunidad"; la RAE lo define como una "actitud que consiste en aprovechar al máximo las circunstancias que se ofrecen y sacar de ellas el mayor beneficio posible"; para mí la palabra "oportunista" se asocia más a esto: "cuando muere alguien, eres capaz de ir a robarte el ataúd con tal de ocupar el lugar del muerto". Tiene una evidente connotación negativa, te preguntarás el por qué y te respondo con otra pregunta ¿acaso has escuchado alguna vez que se le diga "oportunista" a una persona que ha concretado sus objetivos de modo "sano" (sólo con esfuerzo, trabajo, dedicación, sin echar mano de fondos externos al propio proyecto, sin quitar el espacio a otro, totalmente solo, etc.)? No, yo no por lo menos; siempre lo he oído como una especie de insulto elegante ¿es posible que sea uno de los pocos insultos "elegantes" que van quedando, digamos, un insulto que no es una grosería? Ve tú a saber, realmente me perturbó en el momento, pues me preocupaba lo que las personas percibían de mí; ahora mismo me importa un soberano pepino del planeta pepino.
Lo siguiente son las contradicciones: me joden los higadillos y punto... pensándolo mejor, me explico. Alguna vez, hace un par de años, decidí participar activamente en algo que se llamó "La mesa del libro y la lectura". De ahí, de lo que eran participantes activos y pasivos del mundo del libro y la lectura (lectores, profesores, escritores, periodistas, cuentacuentos, editores, blablabla), pasó a hacerse más específica; quedamos y seguimos yendo los que tenemos proyectos editoriales, el resto abandonó en algún punto entre las primeras reuniones y las últimas de hace dos años. Ahora mismo estoy participando activamente y, además, soy la coordinadora de dicha mesa. Cuento corto: el año pasado identificamos varios problemas comunes en todos los proyectos editoriales y decidimos trabajar en conjunto para intentar solucionarlos o, por lo menos, intentarlo. De ahí sale la idea del Boulevard del Libro 2017, de ahí mismo sale la obvia continuación del mismo (la segunda versión del Boulevard se realiza el otro mes); ahora, aclarar un poco que si bien la idea del Boulevard nace desde las necesidades de las editoriales regionales independientes, lo financia el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, no lo pagamos nosotros, las editoriales independientes de la región sólo participan. Como ahora soy una especie de "canapé de huevo noventero", o sea, estoy en muchos asuntos formales e informales en muchos sectores de la ciudad; he decidido usar mi súperpoder para invitar a otros a formar parte de lo que sea que se organice, siempre y cuando esté dentro de mis posibilidades hacerlo: llamo, aviso, "alumbro", "paso el dato", dejo mensajes, escribo mails informativos, grabo mensajes ultra largos, traspaso información de un lado a otro, intento involucrar a la mayor cantidad de personas.
¿Por qué participo en la mesa del libro? ¿por qué paso información constantemente a personas que no participan del Boulevard y de otras instancias que han salido desde la mesa del libro? Algo para comenzar a hablar del tema: me molesta bastante que, en general, los grupos formales de escritores (usaré la palabra "formal" para referirme a la SECh, SALC y Carlos Mondaca) no sean generosos con los autores que están en sus nóminas de "afiliados", que no se oriente adecuadamente en los asuntos de registro, publicación y difusión de sus obras, que sólo algunos (los mismos autores de siempre) viajen a encuentros varios y otros ni tengan idea que pueden acceder a estos viajes, que el acceso a los distintos fondos para financiar publicaciones sean datos que sólo algunos manejan y aprovechan, etc.; mientras más pienso en estas organizaciones formales y su trato con los autores, más me parecen semejantes a las famosas "estafas piramidales": los que están a la cabeza son quienes más se benefician, mientras los afiliados son los que avalan la organización (mientras más miembros existan, mejor, le da peso a la organización), pero jamás reciben nada. Hay otra cosa que también me molesta mucho: el trato asimétrico entre ellos. En estas mismas organizaciones en donde las personas hacen lo mismo -escriben- y en donde ninguno de ellos (ni nadie en Chile en realidad) tiene "cartón de escritor"; siempre hay "autores importantes" y "autores menores". Ojito, entiendo que hay algunos escritores que también cumplen roles de presidente, secretario y tesorero, mientras que todos los demás autores son participantes -miembros- de estos grupos; sin embargo, cumplir un rol dentro de una organización no te hace más importante que el resto, o en este caso: no te hace mejor escritor. Por una parte, quienes cumplen roles dentro de las organizaciones tratan a los autores como autores menores, menos importantes o derechamente se les ignora; mientras que los miembros sin cargos dentro de las organizaciones, tratan a los otros como si fueran pequeños dioses (no se cuestionan, no se critican, no se tocan).
Cuando comencé a conocer el "funcionamiento" del mundillo literario serenense, me enteré de muchas cosas que no me agradaron; principalmente porque abundan las historias en donde los autores han encontrado dificultades absurdas el momento de desarrollarse en el medio literario (ya sea en presentaciones, publicaciones, difusión, venta, viajes a encuentros literarios, etc.), obstáculos impuestos por quienes, se supone, deberían velar por los autores que adhieren a sus agrupaciones. En ese momento decidí no adherir a ningún grupo y, naturalmente, me quedaron como alternativa los "independientes"... al conocerlos ¡la misma historia! pero de modo informal, nada ata a los autores a continuar aguantando mal trato, pero lo soportan y esto es un desastre. Cuando no me quedaban más escritores con los cuales relacionarme sanamente, decidí volcar mis esfuerzos a relacionarme con autores emergentes, jóvenes (menores que yo) y con creadores en otras áreas artísticas. Después definí el trato que yo tendría con cada uno de ellos y lo que transmitiría: buen trato, de igual a igual, simétrico y siempre respetuoso: ahí apareció el término "par creador" (considerando no sólo a escritores, sino a creadores en general), así me gusta referirme a ellos y también me gusta que ellos se refieran a mí de esta manera.
Hace poco más de un mes, hablé con alguien -otro sujeto con el que trabajé durante mucho mucho tiempo-;  para resumir mucho, cuando le hablé de la mesa del libro y mi participación en ella, me dijo un montón de cosas desagradables, muchas de ellas eran bastante terribles. Aunque siento que participar de la mesa del libro es algo constructivo, también tengo mis notas al respecto (¡vamos, no todo puede ser bueno!); después de hablar con el sujeto, me sentí "sucia", sentí que él aborrecía lo que yo hacía porque tenía que ver con algo gubernamental... sí, me sentí mal porque su opinión me importa y participar de la mesa del libro es de las pocas decisiones que he tomado completamente sola. A modo de concluir el episodio con este sujeto, la frase con que me definió y resumió todo es: "eres una escaladora". Evidentemente me sentí fatal por harto tiempo, hasta que dejó de importar, como todo lo malo que me dicen. De ahí hasta hace un par de días: el mismo sujeto me dio a entender que quería participar en la próxima fecha del Boulevard del Libro -organizado y financiado por el Ministerio de las Artes, las Culturas y el Patrimonio-; cuando hacía algunas semanas me había dicho que yo era una escaladora por participar de la mesa del libro, del Boulevard, de las reuniones... ¿acaso es pertinente desear participar de algo cuando NO estás de acuerdo, no te gusta, incluso insultas a quienes participan? Por lo demás, se viene algo grande: yo soy escaladora porque participo, mis amigos son tontos porque él lo dice, mis colaboradores abusan de mí porque él lo piensa, poner una bandera "gay" es sectario ¿de verdad quieres estar con esta sarta de gente abominable -nosotros-? ¿de verdad?

[¿Continuará?]

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