Antes de leer alguna entrada de "Cierto personaje acusado de alta traición":

5 de marzo de 2010

Besos de chicas y besos de chicos

Un beso me fascina, dos besos me enloquecen, tres besos me asustan.

Un beso de un muchacho se me antoja apresurado, incluso impertinente. Un tanto brusco, intentando atrapar miles de sensaciones en pocos segundos. Con sabor a cerveza y cigarrillos, en medio de un ambiente cargado de vicio, ceniceros a tope, sonidos fuertes y gente sudando alcohol. Suponiendo luna llena, cielos despejados y niños buenos durmiendo. Permitiendo que el muchachito haga y deshaga a su antojo. Cerrando los ojos de vez en cuando, relajando el cuello y sonriendo a cada momento.

Un beso de una muchacha viene suave, como brisa que presagia cambios. Intenta mantenerse cálido sin sobrepasar los labios porque tienen un exquisito sabor a “brillo cherry”. Intenta sostener la mirada, cueste lo que cueste, porque le fascina perderse en esos ojos verdes soñolientos. Hay algunos anillos de humo en el aire, algunas copas con vino y mesas de madera con sillas a juego. Afuera, las madres duermen a sus hijos en su regazo y observan la oscuridad. El beso continúa en donde se quedó, siempre dulce.

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