Antes de leer alguna entrada de "Cierto personaje acusado de alta traición":

23 de febrero de 2010

Cien entradas ¡el festejo!: Aterrador ataque (el regreso inevitable de la manía de hablar con objetos).

Encontré esta entrada revisando los registros que tengo de mis blogs, es del 2007 (28 de mayo).
Recuerdo que lo publiqué en un MySpace, mi segundo blog. Espero disfruten de esta antigua "volada".

Tomé un sobre de (¡maldito!) polvo-para-los-síntomas-del-resfrío, lo abrí, lo vacié sobre una taza con agua recién hervida. ¿Has notado cómo las partículas de colorante se diluyen?, yo nunca lo había visto detenidamente. Me causó un sentimiento agradable cuando, en vez de ver colorante verde, vi diminutas gotas de sangre perderse en el agua, tiñéndola de rojo. Al comienzo se podía ver cada gota disolverse, perderse en el agua que aún mantenía su "pureza", luego eran demasiadas y al caer solo ensombrecían el rojo del agua...
¿Curioso? ¿mi mente me juega malas pasadas (otra vez)?.
Aún viendo el líquido rojo y totalmente convencida de que era sangre, lo bebí. Lo bueno de todo esto es que el dichoso líquido no tenía sabor a sangre, sino a miel. Me alegré al sentir la miel, pero el color no desaparecía. Estoy escribiendo y el color no desaparece.
¡¡¡Ya escribí lo que querías maldito polvo-para-los-síntomas-del-resfrío!!! ¡ahora vuelve a tu familiar color verde y déjame seguir con mi vida de trasnoche!. Luego de escribir las anteriores exclamaciones, el líquido se volvió negro, la taza se volvió negra (esperaba una reacción así, no había pactado publicar mis exclamaciones, aún así es injusto que la taza, el agua y el polvo hallan hecho un trato). ¡Beberé la oscuridad aunque sea lo último que haga! me lanzo sobre la taza y espero algún tipo de ataque ¿no piensas defenderte? (le dije en voz alta)...
El líquido volvió al color que se supone que tiene, la taza regresó a su habitual diseño. ¡¡¡Gracias!!! dije realmente agradecida porque el tormento había finalizado.
Bebí el (bonito y colorido) contenido...
¡¡¡Maldito seas polvo-para-los-síntomas-del-resfrío!!! grité con todas mis fuerzas.
Sentí asco cuando el sabor de la sangre impregnó mi boca.
Otra vez un objeto inanimado se había salido con las suyas. A las dos cuarenta y dos de la madrugada, cualquiera es blanco fácil. Cuide su espalda y su taza preferida.

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