Antes de leer alguna entrada de "Cierto personaje acusado de alta traición":

15 de abril de 2009

Relato del por qué deseo que termines en una zanja.

Hace muchos días que un asunto me tiene entre disgustada y deprimida. Razones hay, no me enfado de este modo si es algo sin importancia, esta vez sí que me trastornó la situación y sobre todo la actitud del individuo involucrado.

Jueves, me siento particularmente viva, me encanta asistir a esos locales horribles con pista de baile y mesas para consumo moderado de alcohol con mi grupo favorito de mujeres lindas, siempre se sacan experiencias excitantes de esas salidas mal planeadas (las entradas menos insípidas de este blog provienen de esas salidas). ¡Oh sorpresa!, mi fan-club se asoma a mis espaldas, mis muchachitos preferidos me saludan impresionados por mi inesperada presencia en el local, por supuesto se preguntan que diablos hace una w**** como yo carretiendo en otra ciudad y un día jueves. Mi fan-club va a ubicarse con el grupo VIP (gente de la alta alcurnia agrónoma-ovallina) porque muchachos como ellos, con esas pintas y ese aroma fuerte saliendo de sus ropas, no pueden sentarse cerca de una marginada social (o sea ¡por favor! ¿pelo tomado con palillos estilo japo en una disco-pub? eso no va con el estilo del mundo), curiosamente somos amigos o eso creía yo, pero en público siempre nos limitamos a saludarnos de lejos, ignorarnos aún dentro de un mismo local y hacer como que no te conozco, porque si los ven con esta w**** trastornada, bajan el "estatus" o qué sé yo (recuerden niños del mundo: nadie quiere a las chicas con tendencias a emborracharse, amigos y enemigos te evitan aunque estés tomando agua con hielo, ebria o no, de todos modos eres impredecible).
Eso no fue lo peor, me acerco a conversar un rato, me presenta a alguien, después se va, yo me voy a sentar en donde estaba primero. Rato después lo veo solo en la pista de baile y lo voy a buscar, le digo que mejor vamos a conversar, me dice que si (pero que saque un trago), bueno -le dije-.(¿para qué voy a decir que no quería tomar?). Se toma su parte y desaparece. Me siento en la barra y le hablo a una chiquilla que parece en las mismas que yo, luego ella y sus amigos me invitan a sentarme con ellos, un alegre grupo de desconocidos aspirantes a ebrios de cantina (¡que diablos!), era eso o me echaban por andar tomando, tomando y eso. Se ponen ultra odiosos, que soy linda, que me veo bien, que no sé que más, además uno que se creía vivo ¡trató de robarme el medio litro de cerveza que quedaba en la botella que había comprado!, resumiendo: me paré de la mesa alzando con rabia el dedo medio de mi mano derecha al final de mi brazo totalmente extendido, echando chuchadas entre los labios que llevaba apretados por la rabia. La guinda, obvio. A la salida se acerca el sujeto (miembro de mi fan-club y supuesto amigo desde hace mucho tiempo) y me pregunta, luego de haber desaparecido, ignorado mi presencia, abandonado en el pub, si tengo lugar en donde quedarme. Le digo NADA, no pronuncio palabra, decido ignorarlo para siempre. Me voy con la SierraMorena (que muchacha más linda), ella de seguro no captó que iba enfadada a más no poder.

Todo esto me llevó a cuestionar la existencia de lazos amistosos en mi vida universitaria, incluso me pregunté si era mi culpa, quizás no he sabido responder como amiga, pero ¿de quien era la culpa?, desde R*** (inserte aquí un diminutivo cariñoso de nombre femenino) hasta F***** (inserte aquí un cómodo diminutivo de nombre masculino), desde la gente que me ha visto ebria hasta la gente que "jura de guata" que yo no salgo ni por si acaso de mi casa, desde la gente que me cuenta sus cosas hasta la que dice a mis espaldas que estoy tocada, desde la que me busca porque les conviene hasta las mismas que me ignoran cuando ando de malas...

[Vueltas sobre la cama, una y otra vez, levantada y acostada, luego de unos segundo de pensamientos de odio].

¿Y si es mi culpa?, quizás nunca debí haber levantado esa prueba para que ese sujeto copiara, quizás nunca debí haber prestado dinero cuando alguien lo necesitaba, quizás nunca debí escuchar quejas entre botellas de cerveza y vasos a medio vaciar, quizás nunca debí aceptar invitaciones a desayunar o a almorzar, quizás nunca debí acompañar a gente deprimida a la plaza, ni caminar sin rumbo cuando alguien andaba aburrido, ni tomar un colectivo a un lugar desconocido por una muchacha en apuros ¡¡¡arg!!! ¿es que tengo que mencionar cada vez que una acción me ha llevado a conocer "amigos"? ¿es que me tengo que acordar que de la única persona que esperaba algo, recibí nada?.

¡¡¡¿Qué te costaba (tonto weón) quedarte conmigo ese jueves por la noche?!!!, dime cuantas veces en el mes nos vemos en esas circunstancias, dime cuantas veces en el mes te molesto para que me acompañes, dime cuantos favores te he cumplido al pie de la letra, dime cuantas veces en el año he dejado algo pendiente por acompañarte o escucharte ¿acaso nunca me vas a compensar esa especie de aprecio enfermizo que me hace seguir tus locas ocurrencias?. ¿Sabes?, en algún tiempo eras la única alternativa a la soledad que me consumía, pero ahora que no me siento indefensa me importa un bledo si terminas en una zanja.

No me molesta seguir enojada por siempre, de hecho ya he sufrido episodios de "enfados eternos" y puedo vivir con ello, aunque de momento me siento como el ****, por ahora te odio y seguiré ignorando (olimpicamente) tu presencia ¡maldito imbécil! (quisiera apostar el tiempo).

1) Ahora, si ese sujeto conociera mi secretito ¿habría actuado de la misma manera?.

2) Ahora, si mi querido amante de medio tiempo no conociera mi secretito ¿seguiría allí siendo un amigo cada vez más cercano?, si mi reciente "amigui" no conociera mi secretito ¿se preocuparía por mi como lo hace? (¿o será cierto que ella es así de amable y considerada con todos?).

No hay comentarios: