Antes de leer alguna entrada de "Cierto personaje acusado de alta traición":

29 de octubre de 2011

Aquellas cosas de una vida anterior...

Hace algunos días iba caminando sin destino y decidí desviar mi ruta hacia un callejón en que, desde lejos, se veían cajas con cuadernos y algunas bolsas de papel -aquellas bolsas rectangulares de cartón que dan ahora en las tiendas-, me acerqué muy emocionada por mi descubrimiento, después de todo uno no todos los días encuentra cuadernos destinados al basurero. El asunto se volvió triste cuando acabé de revisar todo lo que allí había, por lo menos diez cuadernos de alguna universitaria ordenadísima, dos agendas repletas de eventos, fotocopias bien corcheteadas, trabajos de clases terminados, carpetas con guías... la vida de una chica universitaria tirada a la basura. Si lo piensas es bastante triste: verás, la chiquilla, luego de dos años de esforzarse estudiando y yendo sagradamente a la universidad se da cuenta de lo que desea, ella quiere "pegarse un tiro", se despide de mascota, deja a su novio, guarda los objetos que representan mejor sus últimos dos años de vida y se va a buscar un lugar tranquilo. Dos semanas después sus padres se enteran, sus cuadernos les recuerdan a la hija que iba a ser su orgullo hasta que ambos muriesen, ellos deciden deshacerse de todo. Dos horas después pasa Pía, revisa todo y lo único que se lleva es un marcapágina que encuentra en una agenda del 2002, se lo mete al bolsillo, busca un cigarrillo entre sus ropas y camina sin destino en busca de feliz útil basura.

1 comentario:

Fernando Vargas dijo...

Hay cosas que uno deja, y se mira desde la ventana pasar los hilos dorados de su cabello en retirada. Hay cosas que ocupan espacio, hay formas de desprenderse de los recuerdos, enterràndolos (como hacen los poetas grises en las calles de Serena)prendièndoles fuego y mordiendo la carne hasta hacerla sangrar, lo más difìcil son las cicatrices, con el tiempo abiertas por algùn làpiz, pero habràn siempre caminos donde estàs mismas heridas se abren y hacen correr como una gòndola el recuerdo entre el olvido. AH! llueve...