Antes de leer alguna entrada de "Cierto personaje acusado de alta traición":

24 de febrero de 2017

Deja de tratarme como si fueramos buenos amigos

Pocas veces he sentido que otra persona me comprende, apoya, se compadece de mí, se preocupa y además escribe; todo junto y sin ninguna clase de intención solapada. Hace más o menos un mes, decidió que ya no me visitaría con tanta frecuencia, además que priorizaría sus proyectos personales. Abandonó un proyecto que manteníamos juntos desde hace ya muchos años. Durante meses fue irrespetuoso con mi labor de encuadernadora y, hasta cierto punto, fue abusivo con algunos pedidos que requerían más de dos días de anticipación. Cuando entendí que finalmente renunciaría, cuando me lo dijo por fin; me sentí destrozada. Un vacío tremendo se abrió dentro de mí y me ha costado casi un mes cerrarlo. Una de las cosas que me ofenden terriblemente es que las personas que me trataron bien mientras trabajaba con ellos, se vuelvan brutos cuando ya no hay proyectos en común. Por "bruto" no me refiero a golpes o insultos; sencillamente que se vuelven insensibles cuando hablan conmigo. Me inquieta que no sonrían ni que sean capaces de expresar nada más que hastío en el rostro, que les diga "me duele esto y aquello" y lo único que atinen a decir es "siempre estás deprimida, todo te duele siempre"; mientras en el pasado intentaban, por lo menos, darme un dulce para que me sintiera mejor. La preocupación y el cariño -cuando vienen de mí- con frecuencia no son palabras ni regalos; son atenciones que sólo dedico a las personas a las cuales quiero. Cocinar galletitas con caritas felices y "salsa secreta", preparar Birdolina, ir a algún lugar especial que sólo conocen algunos, invitar a las personas a mi casa a compartir un té: ese es el tipo de cariño que me gusta entregar. Me cuesta un montón estar sola, aunque me gusta -hasta cierto punto-; ahora que fue todo repentino, me ha dañado mucho, siento que me abandonaron. ¿Qué más podría decir?... me gustaría que dejáramos de vernos, también que dejara de llamar y actuar como si fuéramos buenos amigos; no me gusta que al despedirse (por teléfono y en persona) me diga "cuídate, que te vaya bien".