*Haz de la teoría un juego, conecta a cada tripulante con su tierno y receptivo niño interior; sonríen aunque no quieran y aprenden sin darse cuenta.
*Incita a una persona a bailar y es un logro, pon a escribir a los tripulantes y no se detendrán.
*Prepara a cada tripulante como si fueran a pelear; no les digas que den la vida, diles que lo intenten.
*Separa y anula tus opiniones, los tripulantes son más importantes.
*Cada grupo de tripulantes vendrá y desaparecerá, no lo impidas; es la naturaleza misteriosa del espíritu del Mary Celeste en todos nosotros.
Por Cesare D´Amico (1987), notas a pie de página en su diario.